jueves, 20 de noviembre de 2014

Patologías del Corazón

ANGINA DE PECHO
Síndrome ocasionado por isquemia miocárdica y caracterizado por episodios de dolor o sensación de opresión precordial, desencadenado principalmente por el esfuerzo y aliviado por el reposo o la administración sublingual de nitroglicerina.
Etiología y patogenia.
La angina de pecho aparece cuando el trabajo cardíaco y la demanda miocárdica de O2 sobrepasan la capacidad del sistema arterial coronario para aportar sangre oxigenada. Se considera que el dolor de la angina de pecho es una manifestación directa de la isquemia miocárdica y de la acumulación consiguiente de metabolitos provocados por la hipoxia.
Los determinantes principales del consumo de O2 miocárdico son la frecuencia cardíaca, la tensión sistólica o PA y la contractilidad. Cualquier incremento de estos factores, en situación de flujo coronario disminuido, puede inducir angina.
En la mayoría de los pacientes, la angina de pecho se debe a una obstrucción crítica de las arterias coronarias secundaria a aterosclerosis.
Síntomas y signos.
El dolor de la angina de pecho, muy variable, suele ser retrosternal. Puede presentarse como una molestia vaga apenas incómoda, o bien evolucionar con rapidez hasta una sensación de compresión precordial intensa y grave. Con frecuencia los pacientes no perciben la sensación de malestar como dolor auténtico. El dolor puede irradiarse hacia el hombro izquierdo y descender por la región medial del brazo izquierdo, incluso hasta los dedos. También puede irradiarse hacia espalda, garganta, mandíbula, dientes y, de forma esporádica, brazo derecho. También puede sentirse el dolor anginoso localizado en el abdomen superior.
La angina de pecho aparece de forma característica durante la actividad física, habitualmente no se prolonga más de algunos minutos y se alivia con el reposo. Por lo general, la respuesta al esfuerzo es previsible, aunque algunas personas pueden tolerar un determinado ejercicio un día y al siguiente presentar angina con el mismo esfuerzo. La angina se agrava con el ejercicio efectuado después de las comidas. También empeora en clima frío, de forma que el ejercicio soportado sin manifestar síntomas durante el verano puede inducir angina durante el invierno.
Diagnóstico.
El diagnóstico de la angina de pecho es clínico, basado en el característico síntoma de dolor torácico inducido por el esfuerzo, que es aliviado por el reposo. El diagnóstico se confirma mediante el ECG. La prueba de esfuerzo durante el ejercicio y tras el reposo pueden establecer la presencia de isquemia. La coronariografía demuestra la existencia de la obstrucción coronaria en los vasos epicárdicos causada por la cardiopatía coronaria.
Pruebas de esfuerzo. La determinación de la respuesta cardiovascular al esfuerzo constituye un valioso instrumento para la valoración de los pacientes con una posible cardiopatía coronaria.
La coronariografía se utiliza para determinar el grado de obstrucción anatómica arterial coronaria.
Tratamiento.
Se debe determinar la enfermedad subyacente, habitualmente la aterosclerosis, así como reducir en la medida de lo posible los factores de riesgo. Debe intentarse por todos los medios que los fumadores abandonen el tabaco. La interrupción del tabaquismo durante ³ 2 años reduce el riesgo de IAM hasta el nivel de las personas que nunca han fumado. Debe tratarse también la hipertensión, puesto que incrementa el trabajo cardíaco. Hallazgos recientes sugieren que la reducción agresiva del colesterol total y del LDL-colesterol en los pacientes con riesgo retrasa la progresión de la coronariopatía y puede incluso producir la regresión de algunas lesiones. La práctica de un programa de ejercicio, con especial atención a la deambulación, mejora también a menudo la sensación de bienestar en el paciente.
En la angina de pecho estable, la principal norma de tratamiento estriba en la prevención o la reducción de la isquemia y en el alivio de los síntomas.
La angina inestable, también denominada insuficiencia coronaria o angina preinfártica, se caracteriza por un patrón progresivo o in crescendo. El dolor de la angina puede ser más intenso, durar más tiempo, aparecer ante menores esfuerzos, ocurrir de forma espontánea en reposo (angina de decúbito) o bien combinar varias de estas características. Los datos actuales sugieren que la angina inestable se relaciona con un incremento agudo de la obstrucción coronaria, debido a la rotura de la placa fibrosa que recubre un ateroma. Suele utilizarse para el tratamiento las Angioplastias.
Angioplastia. La inserción de un catéter con un balón en su extremo en el interior de una arteria justo en el punto donde existe una lesión aterosclerótica parcialmente obstructiva, seguida de la posterior insuflación del balón, puede romper las capas media e íntima, dilatando de forma espectacular la obstrucción. La Angioplastia constituye una alternativa a la cirugía de revascularización en los pacientes con lesiones anatómicas adecuadas para ello.

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